Migración nicaragüense y venezolana: «Está rebasando los límites de la razonabilidad»

Staff / Redacción septiembre 27, 2022

El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Arnoldo Andre Tinoco, hizo un llamado para que la comunidad internacional apoye a su país en la gestión de la migración, expresó su preocupación por la situación de los DD.HH. en Nicaragua, y defendió la lucha contra el cambio climático.

El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Arnoldo Andre Tinoco, destacó en entrevista con la Voz de América que la migración proveniente de países como Nicaragua y Venezuela «está agotando los sistemas».

El diplomático adelantó que Estados Unidos es una de las naciones que está buscando soluciones para mitigar el peso migratorio que recae sobre Costa Rica.

A continuación la entrevista realizada al canciller costarricense al margen de la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas.

VOA: Ministro, muchísimas gracias por conversar con la Voz de América. ¿Cuál es su estrategia de migración en Costa Rica, teniendo en cuenta que está afectando justamente a toda la región centroamericana y a todo el continente?

Tinoco: Efectivamente, el tema de la migración es uno de los grandes desafíos internacionales que tenemos. Costa Rica tiene una característica distinta a los demás países, en el sentido de que es país anfitrión y recibe la migración de los países vecinos.

Tenemos dos grupos de migrantes fuertes en este momento. Por un lado, los que nos entrega Panamá en la frontera sur, que se acompañan hacia la frontera norte. Ahí estamos hablando de unas 160.000 personas por año; muy vulnerables, son familias o mujeres o niños que transitan por el país para seguir su marcha hacia el norte. A veces se quedan unos días, semanas o meses en el país para ver si pueden acumular algunas reservas o recursos financieros para continuar su marcha, por cuanto en Nicaragua se les cobra por el paso, ese es un grupo.

El otro son los que migran para quedarse en el país. Ahí estamos hablando que recientemente en los últimos años tenemos unas 200.000 solicitudes de refugio en proceso, con poca capacidad administrativa para procesarlos. Hay un tiempo de espera de más de ocho años desde que se presenta la solicitud para el examen del expediente.