Salida masiva de migrantes nicaragüenses por Costa Rica

Staff / Redacción septiembre 14, 2022

PEÑAS BLANCAS, Costa Rica — Los tres hombres temían por sus vidas. Dejaron sus hogares en el oeste de Nicaragua durante la noche y un taxi los llevó hacia el sur en un trayecto de horas. Se bajaron en una curva, caminaron por la maleza y el bosque, pasaron por un espacio en una valla… y salieron en Costa Rica.

“Sentimos alivio”, dijo uno de ellos, Octavio Robleto, abogado de 57 años, al recordar la experiencia mientras esperaba con los otros dos hombres afuera de una oficina migratoria costarricense donde buscaban solicitar asilo.

En Nicaragua, dijo, se vive “un terror total”.

Desde mediados de abril, cuando en Nicaragua se desató una violenta crisis política que ha dejado centenares de muertos y paralizó la economía, los nicaragüenses han abandonado masivamente su país. Algunos huyen de la represión del presidente Daniel Ortega contra sus opositores y otros, recién desempleados, están en busca de trabajo. Muchos se han dirigido a Costa Rica, el país vecino al sur.

A veces han pasado por la frontera en cruces legales, pero más comúnmente por rutas clandestinas con las que pretenden evitar a las fuerzas de seguridad nicaragüenses. Miles de ellos han solicitado asilo en Costa Rica, cuya burocracia migratoria ha quedado superada, y muchos más solo se han incorporado directamente a la población.

La afluencia de nicaragüenses representa un enorme reto para el gobierno del presidente Carlos Alvarado Quesada, quien también lidia con una crisis económica en ciernes y un aumento de la violencia a causa del tráfico de drogas.

El reto migratorio también ha puesto a prueba los célebres y bien cuidados valores de hospitalidad y optimismo costarricenses, ya que ha revelado atisbos de xenofobia y un trasfondo de prejuicios contra los nicaragüenses.

A finales de agosto en San José de Costa Rica, algunos manifestantes con cocteles molotov y bates de béisbol llegaron a un parque que se ha vuelto un sitio de reunión para los emigrados desde Nicaragua. Los recién llegados gritaron consignas críticas contra los inmigrantes y hubo choques que terminaron en decenas de arrestos.

“Hago un llamado a la calma, a la paz, a actuar con prudencia, a no caer en provocaciones o llamados al odio”, dijo Alvarado Quesada en un discurso televisado. “Debe prevalecer la sensatez, la prudencia, la inteligencia y la solidaridad”.

Epsy Campbell Bar, la canciller de Costa Rica y también su primera vicepresidenta, dijo que el gobierno intenta prepararse en caso de que la situación política en Nicaragua empeore hacia finales del año, lo que llevaría a muchas personas más a trasladarse a Costa Rica, una de las naciones más pacíficas y estables de la región.