Honduras hace un llamado a los emigrantes: absténganse de usar a menores para buscar entrar a EE. UU.
agosto 18, 2021La Dirección de Niñez Adolescencia y Familia (DINAF) de Honduras, pidió a aquellos ciudadanos que están pensando migrar de forma irregular, abstenerse de exponer a menores a los peligros de las rutas migratorias.
De acuerdo con DINAF muchos migrantes tienen la «falsa percepción de que en compañía de un niño o niña una persona podrá ingresar fácilmente y obtener una estadía permanente en Estados Unidos”. Así como que si el menor va no acompañado se le facilitará cualquier tramite.
Lolis María Salas Montes, titular de DINAF confirmó que hasta a la fecha se reporta el retorno a Honduras de 4.660 menores, la mayoría fueron deportados desde México, Guatemala y Estados Unidos.
La gran mayoría de ese grupo eran niños no acompañados, así lo confirmó la funcionaria del Programa de Migración de la DINAF, Tania Padilla, que explicó que alrededor de 3.376 menores “fueron expuestos solos a la ruta migratoria hacia los Estados Unidos”.
La funcionaria lamentó que los pequeños “sigan siendo usados como escudos fronterizos”, sin importar los peligros a los que son expuestos en el trayecto.
El organismo que vela por los derechos de la niñez en el país centroamericano, también informó que han evitado la salida de unos 897 niños, gracias a la presencia que la institución que representa mantiene en los puntos fronterizos del occidente y norte del país. Según ella, a todos esos menores “se les ha brindado protección y asistencia inmediata”.
𝐃𝐈𝐍𝐀𝐅 𝐩𝐢𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐮𝐭𝐢𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐧𝐢𝐧̃𝐞𝐳 𝐲 𝐞𝐱𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐫𝐮𝐭𝐚 𝐦𝐢𝐠𝐫𝐚𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚
“Con la vaga idea o falsa…
A través de un comunicado de prensa el organismo reveló que, de acuerdo con sus registros, gran parte de los menores que son expuestos a la ruta tienen entre 12 y 18 años.
El organismo además dijo que las y los hondureños continúan siendo engañados por los traficantes de personas, o “coyotes”, para migrar de forma irregular y exhortó a los padres a no poner en peligro la vida de sus hijos a través de una ruta migratoria de “dolor y muerte”.