“Migración silenciosa” de haitianos en América Latina

Staff / Redacción enero 3, 2022

La inseguridad, el futuro incierto y los desastres naturales están obligando a muchos haitianos a emprender una peligrosa travesía por América Latina con la esperanza de encontrar una vida mejor para sus familias. ¿En qué consiste este flujo migratorio y qué impacto tiene en la región?

En los últimos años se ha registrado un aumento de flujos migratorios en lugares como Venezuela, donde se calcula que más de cinco millones de nacionales han abandonado su país natal, o Centroamérica, con caravanas migrantes que se dirigen hacia la frontera sur de Estados Unidos.

Algunos expertos migratorios, sin embargo, también hacen referencia a “una migración invisible”, de miles de haitianos que, con la esperanza de conseguir una vida mejor, emprenden una peligrosa travesía por la región.

La “peligrosa” travesía de los haitianos
El agravamiento de las condiciones por la pandemia del coronavirus, los efectos de los desastres naturales y la creciente pobreza e inseguridad en el país han multiplicado los flujos migratorios de haitianos procedentes de Brasil y Chile, que cruzan la peligrosa selva del Tapón de Daríen, entre Colombia y Panamá, rumbo a Estados Unidos.

Un azaroso viaje que registra paradas en países como Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México antes de alcanzar su destino.

“Con el tema de la pandemia, sus condiciones se deterioraron y ahora intentan hacer ese cruce. También por la situación en el país, por el terremoto de agosto y el asesinato del presidente Jovenel Moise. Todo es un caos”, explicó Joao Diniz, líder regional de la organización World Vision en declaraciones a la Voz de América.

Un informe del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala además que solo en 2021 se calcula que más de 19.000 niños haitianos, muchos de ellos no acompañados, emprendieron este viaje, que supone “un riesgo muy grande, por ser una región de selva donde suelen haber problemas relacionados con la malaria y el paludismo, pero también por la explotación, el abuso y la trata por parte de las pandillas”.

La organización World Vision, presente en 15 países de América Latina y el Caribe, tiene como objetivo, entre otras cosas, “proteger a los niños contra todo tipo de violencia y vulnerabilidades” y “trabajar por su bienestar y desarrollo para que las familias puedan tener oportunidades de salir adelante”.