Migrantes en la frontera sur: ¿Impactan en la batalla contra la pandemia?

Staff / Redacción agosto 10, 2021

Mientras la variante delta hace estragos en Estados Unidos influyendo en el incremento de los casos, críticos de las políticas del presidente Joe Biden apuntan a las decisiones en la frontera como catalizador de la situación sanitaria de las últimas semanas.

Algunos argumentan que el ingreso de migrantes al territorio nacional para solicitar asilo está incrementando los casos y las muertes por coronavirus.

El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, por ejemplo, criticó la semana pasada a Biden por «ayudar a facilitar» la propagación del coronavirus.

«(Biden) está facilitando -sean cuales sean las variantes en todo el mundo, están cruzando esa frontera sur», dijo DeSantis. «No está eliminando el virus, está ayudando a facilitarlo», afirmó el gobernador de Florida el 4 agosto en una conferencia de prensa.

DeSantis ha tomado medidas polémicas como la decisión de no cerrar negocios ni de escuelas tras repunte de casos y defiende el retiro de las máscaras en zonas escolares. DeSantis se refirió el pasado mes a sus propios hijos diciendo que quiere verlos sonriendo y disfrutando sin el uso de máscaras que tanto han afectado su desempeño integral.

¿Qué dicen las cifras y los protocolos?

La mayoría de los adultos solteros son rechazados en la frontera, mientras que los niños no acompañados y algunas familias son admitidos para presentar solicitudes de asilo.

Estas acciones responden al uso que ha seguido haciendo la administración Biden del Título 42, una regla de salud pública adoptada por la administración Trump al comienzo de la pandemia.

Los migrantes a los que se les permite ingresar generalmente se someten a pruebas de COVID-19. La administración Biden no ha informado cifras de los que resultan positivo al coronavirus.

En el Valle del Río Grande de Texas, el tramo más transitado de la frontera por intentos de cruces ilegales, los funcionarios locales publicaron recientemente sus propios datos.

El 4 de agosto, los funcionarios locales en McAllen, Texas, anunciaron que de los casi 88,000 migrantes liberados por CBP en la ciudad desde mediados de febrero, más de 7,000 habían dado positivo por COVID-19, que es una tasa de positividad de más de 8 %.

Caridades Católicas del Valle del Río Grande organizó desde junio habitaciones de hotel para los infectados. Las pruebas positivas se volvieron más frecuentes en las últimas semanas, superando el 16%, una tasa que los funcionarios del condado dijeron que era similar a la población local.

¿Cuántos migrantes han sido detenidos en la frontera?

Aduanas y Protección Fronteriza detuvo en junio  a adultos solteros 117,602 veces, lo que resultó en 96.704 expulsiones, o el 82% del total. Las familias fueron detenidas 55.805 veces en la frontera en junio, con solo 8.070 expulsiones, o el 15%. Dado que algunas personas intentan cruzar más de una vez, estos números se refieren a paradas, no a personas individuales.

Las familias a las que se les permite ingresar a suelo estadounidense para solicitar asilo reciben fechas para comparecer ante una corte de inmigración o una cita con las autoridades inmigratorias. Una vez que los dejan en las comunidades fronterizas, las familias suelen viajar para reunirse con parientes y amigos.

Los niños que llegan sin sus padres están exentos de expulsión. Por lo general, permanecen recluidos durante menos de un mes en refugios de emergencia hasta que puedan ser entregados a parientes o trasladados a refugios autorizados.

¿Cómo se monitorean los migrantes que ingresan a Estados Unidos?

Las autoridades de la patrulla fronteriza ponen bajo custodia a los migrantes. Explican que una vez el migrante de su lado le entregan máscaras y los encomiendan a proveedores locales de atención médica para que les realicen pruebas ofrezcan tratamientos para los que tienen síntomas.

A partir de ahí, los protocolos de prueba pueden variar según la agencia federal involucrada. La mayoría de los adultos solteros y algunas familias son transferidos a la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, donde les hacen la prueba para descartar contagio por COVID-19.La cuarentena dura 14 días y se aíslan si dan positivo. Los niños no acompañados también se someten a pruebas antes de ser transferidos a las instalaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos para menores. Son mantenidos bajo chequeo médico permanente.

¿Qué dicen las autoridades de salud?

Expertos estadounidenses en salud pública dicen que los migrantes que llegan no están provocando el aumento de las infecciones en Estados Unidos. Afirman que los responsables de la propagación son las personas que no quieren vacunarse.

La pasada semana, el doctor Iván Meléndez, máxima autoridad de salud en Hidalgo, Texas, reconoció que los migrantes que llegaban eran «parte del problema», pero también dijo que no representaban un peligro mayor. Aseguró que los migrantes no son responsables de introducir el virus ni tienen tasas de infección más altas en comparación con la población en general.

“¿Es una pandemia de migrantes? No, es una pandemia de no vacunados”, dijo Meléndez.

El doctor Joseph McCormick, médico y exepidemiólogo de los CDC basado ahora en el campus del Centro de Ciencias Médicas de Brownsville, en Texas, dijo que la cantidad de migrantes que llegan es demasiado pequeña para impulsar el enorme aumento de casos en EStados Unidos.

«Dado lo que estamos viendo ahora en todo el país, simplemente no funciona tratar de atribuir eso a los migrantes», dijo McCormick. Expertos sostienen que la variante delta, que se identificó por primera vez en India y más contagiosa, comenzó a circular en Estados Unidos antes que en México u otras partes de América Latina, de donde llega la mayoría de los migrantes.

[Contiene información de AP y Reuters]