Migrantes haitianos en Colombia: una nueva emergencia humanitaria

Al menos 14.000 migrantes haitianos, provenientes del sur del continente que buscan ingresar a Panamá para continuar su ruta hacia Estados Unidos y Canadá, tienen al borde de una emergencia social y sanitaria a la población de Necoclí, ubicada en el norte de Colombia.

Los controles migratorios aplicados por las autoridades panameñas, que solo permiten el cruce de 500 migrantes al día, han llevado a que los migrantes deban permanecer más tiempo en este pueblo colombiano.

Jorge Tobón, alcalde de Necoclí, señaló que la situación ha generado una emergencia humanitaria por la falta de alimentos y hospedaje para las familias haitianas que buscan desesperadas la forma de counntinuar el viaje hacia Capurganá o Acandí, en la frontera con Panamá.

“Hay desabastecimiento también de alimentos, porque no alcanza lons insumos para suplir la población local y la población migrante”, señaló el funcionario, quien pidió colaboración al Gobierno Nacional para atender la situación.

Con la masiva llegaba de migrantes, el pequeño puerto de Necoclí, Colombia recibe a más de 11.000 nuevos vecinos que continúan represados en estas playas del Mar Caribe. Una buena parte del comercio de esa comunidad está centrado en los migrantes y los turistas. Un equipo de la Voz de América capturó en imágenes cómo Necoclí se adapta a esta migración masiva. [Fotos tomadas por David Hernández, el 5 y 6 de agosto de 2021]
Por su parte, el personero de esta población, Francisco Menco, advirtió que ante la situación invernal muchos de los migrantes padecen enfermedades respiratorias. Además se dificulta la recolección de basuras y desechos que se ha incrementado con el exceso de población. El servicio médico también podría colapsar, indican las autoridades locales.

“Se ha disminuido la atención a la población local porque hay muchos migrantes para que los atiendan, y el presupuesto que se había establecido para la atención médica ya se acabó”, dijo Menco. Sin embargo, aclara que se les ha suministrado toda la ayuda médica posible. Afirmó que existen dificultades para proveer hospedaje a los migrantes.

“No hay donde hospedarlos, alrededor de 2.000 duermen en las playas o en sitios por ahí que adecuan ellos para dormir, entonces usted se imaginará, las playas sucias”.

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Samira Gossaín, directora del Servicio Migratorio de Panamá, dijo que en su territorio también permanecen migrantes y pidió a Colombia respetar los acuerdos que limitan el número de refugiados que pueden cruzar la frontera diariamente.

“Ahorita mismo tenemos 6.500 personas más de las que deberíamos tener si se hubiera cumplido con el acuerdo que tenemos con Colombia”, indicó la funcionaria panameña, quien insistió en que las autoridades colombianas deben advertir a los migrantes haitianos los peligros a los que se exponen al internarse en la selva en el denominado Tapón del Darién.

Las autoridades locales pidieron a las cancillerías de los dos países adoptar medidas urgentes para mitigar la crisis que se presenta en la frontera, por este fenómeno migratorio.